31.12.04

Total, ¿para qué?

Iba a colgar aquí una lista de buenos propósitos para el año que viene, pero casi que no, que luego le servirá a mi conciencia de arma arrojadiza.
Feliz 2005.

29.12.04

El hombre sin recuerdos

Cuando se acerca fin de año, el hombre sin recuerdos tiene la sensación de que el año ha pasado volando, que apenas hace dos días estaba tomando el sol en la playa, cuatro que la primavera le sorprendió sentado en una terraza, seis que remontaba con esfuerzo la cuesta de enero.

Cuando se acerca fin de año, el hombre sin recuerdos se pregunta qué demonios ha hecho para que todo pasara tan rápido.

27.12.04

9 grados de horror

Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia, Maldivas, Malasia. Volvía con ganas de escribir alguna cosa, pero no puedo.

No puedo imaginar cómo debe sentirse este planeta después de que hayan muerto más de 17.000 personas (de momento, pero seguro que serán muchas más). De golpe, arrastradas por el mar. Como siempre, los periódicos de aquí se preocuparán por nuestros turistas accidentados. Estos viajeros volverán a casa, a tierra firme, tierra seca. Pero los demás se quedarán allí, sin sus casas, sufriendo los efectos de esta tragedia durante mucho tiempo. Mucho más del que nosotros nos acordaremos de ellos. Porque siempre nos pasa igual.

Actualización (28/12/2004): Casi 40.000 muertos. Más de un millón de damnificados. Escribir estas cifras justo después del post anterior me parece casi una aberración. Un frío y macabro regalo al mundo.

24.12.04

Hoy intentaré ser bien original...

¡Feliz Navidad!*




* <--- No, no es un copo de nieve despistado. Es sólo un asterisco para advertir que el exceso de villancicos causa indigestión.

23.12.04

La vida es juego

Aquí hemos venido a jugar. No sé si se acordarán ustedes, pero los participantes de un famoso concurso televisivo repetían esta frase siempre que se encontraban ante un dilema. Sucedía en la fase final del concurso, la subasta, y en aquel momento se trataba de escoger entre el sombrero de Arévalo o el liguero de la Bombi. Detrás de aquellos objetos se escondían sendos regalos, puede que uno bueno y uno malo. O los dos buenos (o los dos malos). Los concursantes no lo sabían, pero estaban igualmente obligados a escoger.

Escoger. A menudo la vida te plantea semejantes dilemas. ¿Hago esto o lo otro? Tampoco entonces sabemos qué se esconde detrás de nuestras decisiones, nuestros actos. Nos gustaría que el destino leyera un poco más, que no se quedara en un "y hasta aquí puedo leer", pero no. Aquí hemos venido a jugar. Y en la vida, como en el juego, vale la pena arriesgar. Porque como suele decirse, sólo gana quien arriesga.

22.12.04

Kinder

El mismo hecho de nacer ya fue para él la sorpresa. Tuvo que hacerse a sí mismo, siguiendo las sencillas instrucciones de un pequeño trozo de papel que traía bajo el brazo. Buscó a más como él, pero pronto descubrió que sus hermanos eran camiones, norias, inútiles juguetes de plástico que no le hacían el más mínimo caso. Y es que nadie le avisó que la vida iba a ser mucho más complicada que salir de un huevo de chocolate.

21.12.04

Sin azúcar no es lo mismo

Esta mañana, sin saber el tiempo que haría, he salido a la calle con mi bufanda. Lo he hecho sólo por darle la bienvenida a ese invierno que hoy empieza, aunque últimamente tengo la sensación de que este año el invierno se ha perdido por el camino. Ya no huele a pingüino (ya no hace frío). Al menos aquí en Barcelona. Un invierno así es como la leche desnatada, como un café sin azucar. No es lo mismo.

Lo gracioso es que nos estamos acostumbrando a vivir bajo esta manta de contaminación que nos mantiene calentitos, y cuando –como curiosamente pasa hoy, será por celebrar la efeméride– las temperaturas bajan un par de grados, nos quejamos. Lo dice uno que tiene frío en pleno agosto (maldito aire acondicionado), pero es que esto tendría que ser lo normal.
Mi abrigo sigue muerto de risa en el armario. A un paso de la Navidad, eso sí que no es normal.

19.12.04

Silencio

Qué decir. Cuando te quedas sin palabras. Si en lugar de una pantalla hubiera una mesa entre nosotros dos, ahora mismo me tendrías frente a ti, en silencio. Sin saber qué decir. Te miraría a los ojos. Pero aquí es muy difícil. Aquí no se puede callar. Aquí el silencio necesita ser invocado,

silencio

y necesita que lo leas y lo interpretes. De nada sirve algo así:




Aquí, un silencio




Eso no es silencio. Es un espacio en blanco, esperando a ser ocupado. Nada que ver entonces con el silencio. Ese que no necesita ser llenado. No cuando sobran las palabras. No cuando me quedo sin palabras y te miro a los ojos. Desde esta pantalla.




Aquí, unos ojos que te miran




Y de poco sirve pasar el ratón por encima por si hay escrito algo. Porque esto en nada se parece a lo real. Ahí fuera el silencio no puede ser atrapado. Ahí fuera el silencio se nos escapa a menudo de las manos, y se puede llegar a hacer eterno. Pero aquí no. Aquí todo tiene su pequeño espacio. Incluso el silencio.




Aquí, un final

17.12.04

El espejo

Conozco a un tipo que, diga lo que yo diga, nunca está de acuerdo conmigo. Si por ejemplo le digo que hoy hace frío, él me contestará que no, que hoy hace más bien calor. Si le comento que tal película es genial él me dirá que no vale nada; y si le digo que este cantante es una porquería él me dirá que es su favorito. Son cosas sin importancia, lo sé, pero reconozco que al principio de conocerle llegó a irritarme. Porque es constante, nunca falla, siempre me lleva la contraria.

Una vez detecté esta manía suya opté por una táctica que con los niños recibe el nombre de psicología inversa. Si quiero que esté de acuerdo conmigo, sólo tengo que expresar lo contrario a lo que pienso. Y él, sin darse cuenta, me da la razón. Es un poco extraño, ya que esta coincidencia de opiniones se da sólo en mi cabeza y cuando estoy con él tengo la sensación de hablar desde un espejo, pero me da igual. Me lo tomo como un juego. Y a ratos es divertido disfrazarse de Mr. Hyde. Así que él no lo sabe, pero ahora nos llevamos estupendamente.

16.12.04

AsCO(PE)

Ayer, Pilar Manjón, portavoz de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, pronunció un discurso que hizo subir los colores a los políticos de la Comisión que investiga el atentado de Madrid (texto del discurso). Hubo tortas para todos los partidos. También para los periodistas, a los que acusó de comerciar con su dolor, de haber vendido su conciencia de periodistas a "la ley de las audiencias". Fue un discurso lleno de reproches, de dolor. Un justo desquite para quienes todavía no habían tenido la oportunidad de hablar.

Esta mañana, un golpe de dial poco afortunado me ha llevado a desayunar escuchando cierta emisora. Y la leche del café se me ha agriado. Los contertulios, auténticos carroñeros, han puesto de vuelta y media a Manjón. Han dicho que ella hablaba en nombre de sólo unos pocos, que su discurso había sido escrito por "El País", que servía a los intereses del PSOE (a los que han llamado canallas). En un momento de lucidez, uno de los contertulios ha dicho que a lo mejor ella tenía razón, que ya había bastante. El dolor de las víctimas merecía que por una vez estuviéramos todos de acuerdo, que parásemos y reflexionáramos por un momento. De poco que no lo echan del estudio.

He mirado la radio sin creer lo que escuchaba. Y he sentido un terrible asco. La he apagado y he seguido desayunando en silencio. Con el estómago revuelto.

PD: está claro que el señor Z no lee el diario de ayer. ¿Adivinan ustedes como denominó la etapa en la que según él ha entrado el Partido Popular?
"Descalificación..."

15.12.04

14.12.04

El noble arte del sinónimo

-¿Cuánto vale?
-319 euros masivo.
-Querrá usted decir "más IVA".
-Ay, sí. En qué estaría yo pensando…
-De todas maneras, lo veo muy caro, creo que me está usted engañando

Podría el señor Z haber utilizado otro adjetivo. O haber optado por el noble arte del sinónimo. Pero no. Ayer todo fue masivo. Engaño masivo. Confusión masiva. Borrado masivo de información. Si lo que pretendía Z era que todos asociáramos lo sucedido durante los días 11 a 14 de marzo con ciertos fantasmas (de destrucción ......) en un remoto país que nunca sé si escribir con Q o con K final, se pasó de listo. Se hizo tan pesado, la dijo tantas veces, que al final se perdió toda su (¿doble?) intención. El golpe de efecto, el titular perfecto, quedó demasiado obvio. De todas maneras, ahí está, en todas las portadas obedientes, como él quería...

...aunque con ciertos daños colaterales (menuda ocurrencia): con esta muestra de racanería léxica, el señor Z ha conseguido que su declaración de ayer quede reducida a esta anécdota y que, como todo lo que ocurre en este país, acabe siendo objeto de risas y bromas. Masivas, por supuesto.

12.12.04

Al despertar

Esta noche he decidido escribirte una canción sin letra ni melodía, pintar tu retrato sin usar tela alguna, esculpir al aire tu figura, juntar versos al azar para no hacer de ti poesía. A oscuras, te he mirado con los ojos cerrados y, caminando hacia ti sin mover los pies, te he llamado sin abrir la boca. Y he pensado que ya no pensaría más en ti, que a lo mejor así podría dormir, y que si estabas ahí conmigo es porque una vez no te dejé venir. Por eso, antes de dormirme he dejado mi puerta cerrada (para dejarte entrar), he abierto bien la ventana (para no poderme escapar), y he decidido que ya seguiría soñando contigo luego,
al despertar.

10.12.04

Conejo, mitad, mechero

O también rapaz, guardián, violeta, orgullo, castaño, reverso, transmitir, linterna, relieve e incluso… canuto! Con estas y muchas otras palabras, la ciudad de Madrid desea felices fiestas a sus ciudadanos. Lo hace a través de ese invento insoportable y deprimente que son las luces de Navidad, esa abyecta forma de decoración psicotrópica (pues la Navidad tiene mucho de estupefaciente) que en este país se cuelga cada vez antes (pronto lo harán a finales de agosto) y que como dicen los periodistas que merecen ir al paro, nos avisan de la llegada de la Navidad (como si para eso no estuvieran los calendarios, oiga).

Pero, por una vez, sonrío al ver esas luces colgantes. Porque su mensaje es absurdo, sus palabras, huecas. Porque –no sé si ésta era la intención de la austríaca que las ha ideado– son una perfecta metáfora de lo que están haciendo de estas fechas, con tanta luz, anuncio y buenos sentimientos expresados a golpe de talonario. En eso están convirtiendo la Navidad, por mucho que se empeñen en vendernos lo contrario. Dicho sea esto último –lo de "vendernos"– con toda la mala idea que me permite este negro sobre blanco.
Ascensor y gabardina (es decir, buen fin de semana).

9.12.04

El cuento de nunca empezar

Hay historias que por muchas veces que las hayamos oído en boca de otros, nunca sabemos cómo empezar. Hay historias que sabemos bien cómo y cuándo acaban, pero no cómo se iniciaron, ni siquiera dónde estuvo el principio de ese final. Son historias a medias, sin pies ni cabeza, recortes de vidas ajenas. Es tu propia vida pasando ante ellas, en versión también incompleta. Gente que llega de repente, que deja su huella y después se va. Ahí está, el final. ¿Pero fue un buen final?

3.12.04

Copaína

A pesar de haberse multiplicado por cuatro su consumo en los últimos diez años, la cocaína sigue estando muy lejos de las dos drogas (duras) más consumidas por todos. Es la delgada línea (blanca) que separa la droga legal de la ilegal, la que genera ingresos de la que escapa a todos los impuestos. Todas ellas igual de mortales. Y yo sigo sin poder dejar el tabaco. ¿Te sirvo una copa?

2.12.04

Escatológico

No deja de sorprenderme la gran cantidad de eufemismos que utilizamos para referirnos a cierto proceso biológico. Y no me refiero a mear –que también tiene los suyos–, sino a lo que los cursis llaman hacer popó, los pedantes defecar, los miedosos jiñar, los ecologistas plantar un pino, los ornitólogos meter un tordo, los nadadores llevar el niño a la piscina, los ginecólogos tener mellizos, los pijos discutirse con Roca, los finos hacer de vientre, los guardiaciviles hacer de cuerpo… Vamos, lo que hace todo el mundo, incluida tu madre: cagar.
¿Conoces tú alguno más?

Definición del día:
Escatológico.– cuando el pensamiento razonado se aplica al excremento.

1.12.04

En lo más (ego)céntrico del universo

Tantos siglos observando la humanidad el firmamento, dibujando el movimiento de los planetas, teorizando sobre órbitas y gravedades, describiendo constelaciones y galaxias... tanto gasto en científicos, observatorios, potentes ordenadores, satélites y telescopios... total para descubrir al final que el centro del universo estaba aquí, tan cerca, en tu ombligo. Pues ya podrías haber avisado antes, digo yo.