28.11.06
El poder
Ayer cometí uno de los peores errores que se pueden cometer en la oficina. Me encontré con él, mi jefe, en el baño. Estaba lavándose las manos. Después del hola de rigor pasé por detrás suyo y entré en el váter. Nada más cerrar la puerta me di cuenta del error. Un terrible olor a mierda se me clavó en la nariz, me cerró las amígdalas, me irritó el lagrimal e hizo que me bajara corriendo la bragueta y meara así, apretando el chorro y conteniendo la respiración, con unas gruesas lágrimas cayendo por mis mejillas. Jamás una meada se me hizo más larga. Me ahogaba, tenía que respirar si quería salir del váter con vida o, al menos, si no quería desmayarme allí mismo. Y lo hice. Abrí la boca y respiré un poquito, tan sólo un poquito de aire. El olor a mierda se agarró a mi lengua, os juro que la pude paladear. Terminé y, sin sacudírmela, me guardé la polla en los pantalones y salí corriendo de allí. Lo peor es que a la salida del váter había otra persona esperando su turno, alguien que no sabía el infierno que le esperaba ahí dentro. Yo no he sido, fue todo lo que acerté a decir cuando pasé a su lado. Mi jefe estaba otra vez en su sitio, delante del ordenador, como si no hubiera pasado nada. Y mientras volvía a mi mesa no pude evitar pensar en lo cierto que es aquello de que el poder corrompe.
19.11.06
Los lobbies
Ahora que llegan las Navidades (¿ya?) aparece como cada año en las noticias todo ese rollo de que los niños siguen jugando a coches o a fútbol mientras que las niñas prefieren las muñecas y las cocinitas, y se nos dice que eso es por culpa de la educación machista que les damos, ya que no hay ninguna razón por la que un niño no pueda jugar con muñecas, ni que a una niña le guste jugar a fútbol. Por eso, dicen las noticias, en algunos colegios se ha puesto en marcha un plan para que los niños entiendan desde bien pequeñitos que un papá puede cambiar los pañales igual de bien que mamá, y que mamá no nació con la plancha en una mano y el puchero en la otra.
Pero a mí la verdad es que todo esto me suena un poco raro. Porque visto así, si realmente los dos papeles son perfectamente intercambiables, no sé porqué entonces decimos que existen mujeres un poco machotas (las que llevan camisas a cuadros y todo ese rollo) y chicos digamos que un poco afeminados. Pero existen, todo el mundo conoce a alguien que es gay o lesbiana. Y entonces me acuerdo de esos algunos colegios en los que hay un plan para que se les muestre a los niños las dos tendencias posibles. En las noticias incluso he visto un colegio en Alemania donde a los niños se les lee un cuento de hadas en el que al final dos príncipes se casan. Y entonces caigo en que acaso el lobby gay siempre actúa, quiero decir, defiende sus derechos por estas fechas, cuando llegan las Navidades.
¿Ya llegan las Navidades? Anda no jodas, que todavía voy en manga corta.
Pero a mí la verdad es que todo esto me suena un poco raro. Porque visto así, si realmente los dos papeles son perfectamente intercambiables, no sé porqué entonces decimos que existen mujeres un poco machotas (las que llevan camisas a cuadros y todo ese rollo) y chicos digamos que un poco afeminados. Pero existen, todo el mundo conoce a alguien que es gay o lesbiana. Y entonces me acuerdo de esos algunos colegios en los que hay un plan para que se les muestre a los niños las dos tendencias posibles. En las noticias incluso he visto un colegio en Alemania donde a los niños se les lee un cuento de hadas en el que al final dos príncipes se casan. Y entonces caigo en que acaso el lobby gay siempre actúa, quiero decir, defiende sus derechos por estas fechas, cuando llegan las Navidades.
¿Ya llegan las Navidades? Anda no jodas, que todavía voy en manga corta.
16.11.06
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