Hasta hoy la cosa no había pasado de las amenazas. Pero esta mañana, al enchufar mi ordenador, el servicio de notificación de actualizaciones de mi Windows XP me ha avisado de que había una actualización lista para mi sistema. Y entonces ha pasado: Microsoft quiere comprobar si mi software es original, y me anima a instalarme un programa que verificará si mi copia del Windows XP es pirata o no. Antes de pinchar en el botón de Aceptar, me advierten que no van a robarme información personal, que sólo quieren saber mi dirección IP, el número de serie de mi disco duro, la configuración de mi equipo, el número de serie de mi XP... vamos, todo excepto mi número de la seguridad social.
Y ahí es donde me he acojonado. Le he dado con el ratón a Cancelar (¿Está seguro de que quiere cancelar?, me ha dicho) con la frente perlada de sudor. Y ahora, mientras escribo esto, escucho atento cualquier ruido sospechoso en la escalera. Temo que de un momento a otro la puerta de mi casa se venga abajo y entre un escuadrón G.I. Joes armados hasta los dientes y me arranquen el portátil de las manos, destrocen mi casa en busca de un maldito CD que no tengo y al final me acaben dando un culatazo en la nuca para después despertar con las manos atadas a la espalda a bordo de un avión fantasma camino de Guantánamo.
Esperen, acabo de oír un ruido...
28.2.07
22.2.07
20.2.07
9.2.07
3GSM World Congress, eso de los móviles
durante el 3GSM los taxis de Barcelona se visten de punki. Durante cuatro días los guiris le ponen fronteras a la Fira de los ídem y se montan un Port Aventura de los móviles, con sus espectáculos étnicos a las 17:00, 19:00 y 21 horas incluidos. Y las fiestas en las discotecas. Y las azafatas asaltándote para robarte el correo electrónico. Y el se mira pero no se toca, las conferencias sin traducción simultánea, las colas, las tarjetas de visita, los ejecutivos asaltando a las azafatas -eh, se mira pero no se toca-, los cafés y donuts gratis pero que te dan cagarrinas, los nervios, las prisas y poco más fue lo que me encontré el año pasado. El lunes vuelve a empezar. Si eso, les cuento.
8.2.07
Los violadores del espacio
no. No se trata de una raza alienígena que haya venido hasta aquí para ponernos mirando hacia Pamplona y abusar de nosotros con sus antenas, tentáculos u otros apéndices verdes y asquerosos. No. Los violadores del espacio están aquí, entre nosotros. Todo el mundo conoce alguno. Son esas personas que te obligan siempre a dar un paso atrás. Ésas que no saben decirte algo sin ponerte la mano encima. Las que en el ascensor te hacen sentir violento, las que te regalan las fosas nasales con su aliento. Son, en definitiva, esas personas que disfrutan no respetando tu espacio vital.
Ahora que lo pienso, tal vez no sean de color verde, pero los violadores del espacio sí que suelen ser todos unos babosos.
Ahora que lo pienso, tal vez no sean de color verde, pero los violadores del espacio sí que suelen ser todos unos babosos.
5.2.07
Pregunta ingenua
si la Superbowl es la final de un juego yanqui que el resto del año sólo le interesa a los yanquis, ¿para qué coño me explican en todos los telediarios quién ha ganado?
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