J: No sabes cómo odio que cada dos por tres me sueltes un refrán.
R: A palabras necias, oídos sordos.
J: ¿Lo ves? ¿Es que no sabes decir nada más?
R: A buen entendedor pocas palabras bastan.
J: Como vuelvas a hacerlo te suelto un tortazo.
R: ...
J: Así me gusta, bien calladito.
R: En boca cerrada no entran... ¡Ay!
J: Te lo dije. Y como dirías tú, quien avisa no es traidor.
19.1.06
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