5.12.05

Siempre perdiendo

No lo pude evitar. Acabas de romperme el corazón, creo que te dije. No seas tan melodramático, soltaste desde detrás de tus brazos cruzados. Tu mirada fría como una piedra. Y yo muriéndome de vergüenza. Espero que algún día te des cuenta. Desnudé mi alma delante de ti, y tú no dudaste en adelantar un pie y pisarme como si fuera un insecto. Yo no siento lo mismo por ti, me habías dicho hacía un momento. Acabas de romperme el corazón. No seas tan melodramático. Después, cinco segundos de silencio. Una mirada que se me clavó como un puñal de hielo. Y no lo pude evitar. Me abalancé sobre ti y te di un beso. Después me di la vuelta y salí corriendo a lamerme las heridas de un corazón que sentía lleno de llagas, con el amor propio hecho jirones y unas lágrimas como puños nublándome la vista.

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