El siguiente texto que publique aquí será el número 200 de este diario de ayer.
¿Por qué no me espero a entonces para anunciarlo?
Simple y llanamente, porque no quiero que pase como con el primer aniversario de este blog,
(un año llenando la red de naderías)
una efeméride que inexplicablemente se me pasó por alto. Por ello, y porque nosotros los bloggers somos muy dados a estas cosas, paso ahora mismo,
delante de todos ustedes,
a arrancarme un par de costillas,
doblarme por la mitad como un contorsionista,
y chuparme la polla para celebrarlo.
Por todo lo alto, oiga.
17.11.05
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