21.12.05

Recién casados

Jóvenes y guapos. Llegan de noche a un motel en una ciudad desconocida y él sale un momento a buscar una farmacia. Ella se queda en la habitación, se pone un poco de ropa interior sexy y espera. Él se pierde por el camino. Se mete sin saberlo en un barrio peligroso. Un callejón. De algún lado salen dos tipos. Uno de ellos se le acerca tocándose la entrepierna. Hay un tercero –el que él no ha visto– que le golpea en la cabeza desde atrás. Se despierta en una especie de sótano, atado a un potro. Ella se ha vuelto a vestir y ya está preguntando en recepción. No entiende nada. ¿Dónde se habrá metido? Se pasa la noche dando vueltas en taxi y preguntando en todos los bares. Nadie ha visto nada.
Por la mañana, un repartidor lo encuentra por la calle, medio desnudo y desorientado. Consigue farfullar el nombre de su motel. Le han roto los dientes, no fuera caso que le diera por morder lo que no debía. Lo han estado violando toda la noche. Su mujer está en la cama. La ropa interior sexy espera sobre la silla. Ella aún no sabe nada.

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