3.11.05

Máscaras

Ayer salí de casa y al principio no noté nada extraño. Después empecé a darme cuenta: muchos cambiaban de acera por no cruzarse conmigo, los niños rompían a llorar al pasar por mi lado, el bar se quedó vacío cuando entré a tomar mi café matutino. Fui un momento al baño y enseguida entendí qué había ocurrido: ayer olvidé ponerme mi careta y le enseñé al mundo el monstruo en el que me he convertido.

No hay comentarios: