Juan colgó el teléfono con un nudo en el estómago. Era su madre: Laura, su hermana pequeña, había tenido un accidente de coche al volver del trabajo y estaba ingresada en el hospital. Mientras, en el piso de abajo, Julia y Fernando luchaban por ver quién desnudaba antes al otro. Tenían poco menos de una hora, el tiempo que tardaría en llegar de su clase de yoga la compañera de piso de Julia. Y en aquel mismo momento, pero en el piso de arriba, Cristina le respondía a su marido:
–No sé. ¿Pedimos una pizza?
28.9.05
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