Hay historias que por muchas veces que las hayamos oído en boca de otros, nunca sabemos cómo empezar. Hay historias que sabemos bien cómo y cuándo acaban, pero no cómo se iniciaron, ni siquiera dónde estuvo el principio de ese final. Son historias a medias, sin pies ni cabeza, recortes de vidas ajenas. Es tu propia vida pasando ante ellas, en versión también incompleta. Gente que llega de repente, que deja su huella y después se va. Ahí está, el final. ¿Pero fue un buen final?
9.12.04
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