Esta mañana me he despertado en el supermercado del amor. En la sección de congelados encontré mujeres que se mantenían siempre jóvenes, su piel era fresca y suave como la de un recién nacido. En la frutería vi mujeres dulces como el caramelo, pero en la sección de lácteos las encontré todas agrias. Quise llevarme a casa a una de la sección de aperitivos (quería algo rápido). Era tierna y dulce y tenía forma de corazón, pero ella no quiso venir conmigo. Dijo que ella era una princesa y que una princesa no se iba con el primero que la pretendiera. No me quise discutir con ella.
3.6.04
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